Como ya hemos explicado en otras publicaciones de redes sociales y artículos publicados en medios, Nadie Sin Su Ración Diaria no trabaja físicamente con los alimentos. Los productos están en la aplicación de forma simbólica, por lo que nosotros aportamos el valor de cada uno en dinero que se dirige de forma inmediata e íntegra al Banco de Alimentos.
De este modo, las personas beneficiarias de este sistema tienen la capacidad de poder acudir autónomamente e independientemente al supermercado con la tarjeta monedero que la entidad les proporciona. Así es como acceden, en igualdad de condiciones al resto, tanto a una dieta personalizada como a productos de higiene, algo que en las «colas del hambre» o en comedores sociales, no es posible obtener.
No solo evitamos el desperdicio de alimentos que se genera a raíz de las grandes recogidas, que mueven millones y millones de kilos, sino que tratamos de ofrecer las mismas oportunidades a todo el mundo. La alimentación es sinónimo de salud, por ello es muy importante que seamos conscientes del impacto social que provocan las donaciones digitales.